El blog de José Luis Povo

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sábado, 17 de junio de 2017

Charla de BENOIT PEETERS en el Instituto francés de Madrid


Este jueves 15 de junio hemos tenido la oportunidad de asistir a la charla "Retrospectiva de la obra de Benoit Peeters: del comic futurista al mundo de Hergé", en el auditorio de Institut FranÇais de Madrid, con la presencia del propio Benoit Peeters y de Alvaro Pons, que hizo de conductor de la charla. Todo un lujo, una cita ineludible para cualquier persona interesada en el 9º arte.




Benoit Peeters es un apasionado estudioso de la obra del creador de Tintin, autor de tratados de referencia como "Le Monde d'Hergé", "Les bijoux ravis" o "Hergé, hijo de Tintin", este último prologado por el propio Pons en su edición en castellano.Como guionista de comics, es autor de la mítica serie "Las ciudades oscuras", dibujada por FranÇois Schuiten.
Y precisamente estas dos vertientes, la del Peeters experto en la obra de Hergé y la de guionista, fueron los dos ejes del evento, en el que también se presentaba su última obra, el segundo tomo de "Revoir Paris", que ha creado también junto a Schuiten.
La charla arrancó con un acercamiento a figura de Hergé y a su obra, aunque, por falta de tiempo, quedó circunscrita a la primera mitad de esta. En cualquier caso, el día entero se le habría quedado corto a alguien como Peeters, que da la impresión de tener capacidad para estar hablando durante horas de Hergé y Tintin, tal es la sabiduría y al mismo tiempo la pasión que transmite. Se trata de una historia que hemos escuchado ya unas cuantas veces quienes somos aficionados a las peripecias del intrépido reportero  y, sin embargo, Peeters fue capaz de captar nuestro interés desde el primer momento y hacernos descubrir en todo momento visiones y aspectos nuevos. Alvaro Pons, por su parte, demostró en todo momento estar a la altura y fue capaz de incitar al maestro como la situación requería para sacar de él lo mejor y hasta darle la réplica en ocasiones.



Arrancó hablando del Hergé colegial, que ya por entonces no paraba de dibujar, el Hergé Scout creador  de Totor,  más tarde su etapa en Le Petit Vingtième, con el abad Wallez. Puso en valor la potencia expresiva y el dinamismo de sus primeras obras, ya desde "Tintin en el país de los Soviets", las composiciones de páginas novedosas para la época o la asimilación de las enseñanzas de su amigo Tchang-Tchong-Jen en "El loto azul".

Habló también del interés de Hergé por la documentación a partir de El Loto azul y de su evolución gráfica, aumentando progresivamente su capacidad para aunar detalles y sencillez, riqueza en referencias y legibilidad. Después llegamos a la aparición del color, la etapa de "pura aventura" como evasión de la realidad de la guerra, el nacimiento de los secundarios Haddock y Tornasol, la colaboración con Edgar P. Jacobs en "Las siete bolas de cristal"...y hasta ahí, pues , como decía antes, no hubo tiempo para más. La hora y media del evento estaba estructurada en tres partes, una primera sobre Tintín, la segunda sobre "Las ciudades oscuras" y "Revoir Paris" y la tercera para intervenciones del público.

En el segundo bloque, Peeters se remontó a su época  de estudiante, mostrando una foto colegial en la que se le podía ver a él y a Schuiten, con unos diez años de edad. Ya por aquel entonces eran amigos. Schuiten era un apasionado del dibujo y Peeters adoraba escribir, y ambos empezaron ya hacer cosas juntos. Esa complicidad se materializó años después en una colaboración ya a nivel profesional, una vez que ambos tenían experiencia: Schuiten había publicado como dibujante obras como "Le Rail" y Peeters había escrito, entre otras cosas, su primera novela, "Omnibus". Comenzaron sutrabajo en común con "Las murallas de Samaris", en principio sin vocación de inaugurar una serie. Se trata de una obra desasosegante y evocadora, gráficamente un prodigio de creación de ambientes imaginarios, hoy diríamos "retrofuturistas", con la presencia de formas arquitectónicas fantásticas que se alejaban deliberadamente de lo que sería una evolución de la arquitectura moderna del siglo XX . Era más bien una especie de retorno a estilos del pasado, como el Art Nouveau, el medievalismo y la arquitectura clásica. El padre de Shcuiten era arquitecto y su influencia fue importante en este sentido.



Peeters nos relató cómo se gestó Samaris y las obras que siguieron:"la fiebre de Urbicande", "La torre", "La chica inclinada", etc. No quisieron mantener a los mismos personajes de la primera historia, ni siquiera la misma ciudad (verdadera protagonista de la historia), sino crear cada vez un universo nuevo con total libertad, con el único hilo conductor de que todos los relatos  transcurren en ciudades imaginarias en las que no operan las leyes de la lógica que conocemos. Cada una es un mundo en sí, que se rige por su propia lógica interna. Así, el lector se sorprende a cada álbum.

Finalmente, habló de su última obra, "Revoir Paris". Se trata de un ciclo que va por la segunda entrega, con puntos en común con las ciudades oscuras pero independiente de aquella serie. ¿Cómo sería un Paris futuro que ya no sirve para vivir sino como mero telón de fondo para las vacaciones de los turistas, cubierto con una gigantesca cúpula que sirve para controlar el clima (de modo que siempre sea agradable para el visitante, o nieve cuando nos interesa)? ideas tan potentes y fascinantes como esta se muestran en esta nueva obra, que en España publica NORMA Editorial.


El tercer bloque, dedicado a preguntas de los asistentes, también dio mucho de sí. Se platearon temas como la relación entre "Las ciudades oscuras" y "Las ciudades invisibles" de Italo Calvino, o la relativa ausencia de la arquitectura moderna en algunos comics del siglo XX, como es el caso de Tintín.

Tras la charla se dio paso a las dedicatorias. Poco imaginaba yo, desde luego, en 1983, cuando me hice con "Le Monde d'Hergé" que años después iba a tenerlo firmado por su autor. 




Y menos aún poder presentarme ante él como dibujante de línea clara y miembro de una asociación tintinófila. Pero así fue, allí estábamos tres miembros de la Junta directiva de Mil Rayos, Antonio Calero, Paloma Pérez y Yo. Paloma le regaló un ejemplar de uno de los números de nuestra revista y una camiseta de Mil Rayos. El broche de oro para una tarde impagable, en la que también tuvimos el placer de poder saludar al poeta y gran tintinófilo Juan Manuel Bonet y compartir una rato con amigos como Rafa Alguacil, Carlos González y Roberto, de La flor de Chamberí. Y despedirnos de ellos con un "Hasta luego", sabiendo que nuestra pasión por Tintín volverá a reunirnos más pronto que tarde...


Gracias a Antonio Calero por las fotos.

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